Entrevista a la Dra. Manuela García, presidenta del Col·legi Oficial de Metges de les Illes Balears

A principios del pasado mes de mayo la Junta Electoral del Col·legi de Metges proclamó electa su candidatura a la presidencia del COMIB. ¿Qué le impulsó a presentarse?

Tras ocho años como secretaria general creía que tenía, por un lado, un conocimiento suficiente de lo que es el Col·legi de Metges y, por otro, la certeza de que podía aportar o mejorar algo. La base de todo es entender que existen cosas que pueden mejorarse y que tienes ganas de hacerlo.

¿Cuáles son los retos y desafíos que se ha planteado afrontar durante su mandato al frente del Colegio?

El primero es facilitar una conciliación de vida familiar y profesional. Es una realidad que la medicina se está feminizando progresivamente y se debe hacer patente para facilitar la conciliación, tanto para las mujeres como para los hombres. Otro reto importante es la normalización lingüística de la comunicación colegial, que actualmente se hace mayoritariamente en castellano y nuestro plan es transformarla en bilingüe para comunicar en las dos lenguas oficiales.

«Es una realidad que la medicina se está feminizando progresivamente y se debe hacer patente para facilitar la conciliación»

Respecto a la actitud frente a los médicos hemos adoptado una línea novedosa: la creación de grupos de trabajo. Por ejemplo, queríamos crear un grupo de médicos de la medicina privada que no conocen el Tribunal de la Competencia o la Ley Ómnibus. La idea es que estos trabajadores del sector privado, tanto si lo son por cuenta propia como por cuenta ajena, estudien qué medidas pueden llevar a cabo dentro de la legalidad.

Un cuarto reto consistiría en darle a la atención primaria el papel que se merece dentro de la sociedad. Sus médicos son la base del Sistema Nacional de Salud y están empezando a ser deficitarios, por lo que habría que potenciar esta especialidad entre los estudiantes. Pensamos crear una beca o premio que verse entorno a la atención primaria, para todos aquellos estudiantes de medicina de cuarto curso en adelante.

Otra vía a potenciar es la promoción de ayudas para los compañeros en situaciones desfavorables. Para ello adoptaremos iniciativas como la firma de un convenio con Proyecto Hombre o facilitar la ayuda global para hijos de médicos. También pensamos en potenciar la salud a través de las asociaciones de pacientes y los médicos jubilados que disponen de tiempo, conocimiento y ganas. Se crearían grupos de encuentro para abordar aquellos temas que preocupen a las asociaciones como la fibromialgia reumática o la diabetes. Estos médicos colegiados, aunque estén jubilados, tienen en muchos casos interés por seguir aportando su ayuda. Además, entre este mismo colectivo también se podría promover la vida saludable, incentivando actividades como el nordic walking, que les estimule físicamente y socialmente.

Por último, queremos innovar en otro asunto como es el de la figura del tutor de residentes. Hasta ahora no tienen ningún reconocimiento y ocupan sus horas libres en esta labor, sin que les sea reconocido económicamente. Queremos que por lo menos estén representados en nuestra Junta de Gobierno, que contará con una tutora con la que poder tratar la problemática. Asimismo, también se incorporará a la misma un residente médico en formación que representará a ese colectivo para tratar cualquier problema que pueda surgir durante la misma y hacer del colegio un punto de encuentro.

Si tuviera que hacer un diagnóstico del estado de salud del sector sanitario en Baleares, público y privado, ¿cuál sería?

«Muchas veces estas prestaciones se hacen a expensas de los profesionales, entre los peor retribuidos de Europa, que utilizan muchas horas de su tiempo libre para formarse»

Creo que el sistema de salud de Balears, y el español en general, es muy bueno. Universal, gratuito y en la más alta escala en cuanto a consideración en el resto de Europa. Lo que ocurre es que muchas veces estas prestaciones se hacen a expensas de los profesionales, que están entre los peor retribuidos de Europa que, además, utilizan muchas horas de su tiempo libre para formarse. Existe, por su parte, un sacrificio personal importante.

Uno de los temas de mayor actualidad sobre el que se están manifestando numerosos profesionales de la medicina es la controvertida corriente mal llamada “medicina alternativa” que aboga por la sustitución de tratamientos a base de medicamentos por terapias naturales o por el poder curativo de las plantas. ¿Qué mensaje debe enviarse al ciudadano de Balears sobre este asunto?

La medicina lo es porque se basa en la evidencia y las terapias alternativas no tienen espacio dentro de la ciencia. La organización médica colegial tiene un grupo que estudia todo lo que abarcan las pseudociencias o medicina alternativa, porque pudiera ocurrir que en algún caso en particular hubiera una base científica. El Col·legi de Metges siempre ha defendido un método basando en la evidencia, y así lo seguimos haciendo.

Otro de los focos de polémica actual hace referencia a la aprobación del decreto que regula el conocimiento de catalán para trabajar en la sanidad pública balear. ¿Cuál es la posición del Col·legi de Metges al respecto y cuál es el sentir general que sus colegiados les están transmitiendo?

Basándome en el registro médico de los colegiados, y con un absoluto respeto a la lengua oficial en la que cada uno quiera expresarse, está claro que hay un déficit a nivel nacional que no sólo tiene que ver con la lengua. Analizándolo, lo que hemos defendido hasta la fecha y continuaremos haciendo, es que el catalán a la hora de que un médico acceda a un trabajo debe ser un mérito y no un requisito. Ese es el sentir que hay de forma general. Muchos médicos no ven el idioma como un problema para ellos, puesto que al final se trata de un elemento que sirve para comunicarse y la relación médico-paciente se lleva a cabo sin dificultad.

«Los recursos económicos que aporta esta medicina transfronteriza deberían repercutir en esta comunidad»

Por último, el IB-Salut facturó el año pasado 27 millones de euros por la asistencia sanitaria a turistas europeos. ¿Cómo debería encajarse o potenciarse este recurso que es evidente que ayuda a las arcas públicas, con que los residentes puedan gozar de una atención sanitaria acorde con los impuestos que pagan?

Es este caso Balears se beneficiaría de una mejor financiación sanitaria en ese aspecto, porque es cierto que la población se triplica. En esta época del año parece que se pone de moda el llamado “balconing” y, por ejemplo, los avisos de politraumatismo son mucho más frecuentes. No creo, sin embargo, que esto vaya en detrimento de la atención, que es exactamente igual para cualquier paciente independientemente de su lugar de procedencia. Creo que es una realidad que hay que transmitir a nivel central, porque es cierto que los recursos económicos que aporta esta medicina transfronteriza deberían repercutir en esta comunidad.